Para desarrollar una estrategia de marketing digital que dé resultados concretos necesitamos definir las siguientes 4 cosas:

1. Quién: ¿Quién es tu audiencia, público objetivo, fanático, cliente ideal o avatar?
2. Qué: ¿Qué específicamente es lo que te compra tu avatar?
3. Cómo: ¿Cómo te percibe tu avatar o cómo lo que ofreces es diferente?
4. Por qué: ¿Por qué tu avatar te compra a ti y no a otra persona o negocio?

Según Vilma Nuñez, el customer journey es el camino que sigue un cliente o consumidor en cualquier proceso de venta.

Otra forma de visibilizar este concepto es mediante un funnel o embudo de conversión: la metodología que se emplea para definir y planificar los pasos que tiene que dar una persona para cumplir determinado objetivo.

Según el autor Russell Brunson, existen tres tipos de tráfico, independiente de su temperatura.

Primero está el tráfico que te ganas que proviene orgánicamente de la creación de contenido de valor que creas y compartes en las redes sociales, tu blog, podcast o canal de YouTube. A este tráfico también se le conoce como tráfico orgánico.

De segundo, está el que controlas y proviene de los anuncios y la publicidad pagada, conocido como el tráfico de anuncios o tráfico pago. Y el tercer tipo es del que eres dueño o tráfico propietario, que proviene de tus listas de correos electrónicos o mensajes de textos.

El funnel o embudo de conversión es la metodología que se emplea para definir y planificar los pasos que tiene que dar una persona para cumplir determinado objetivo. Consiste de tres fases: tráfico frío, tibio, y caliente.

La literatura contemporánea del marketing digital sugiere que el customer journey moderno es menos lineal. Para ayudarnos a visualizar la nueva realidad del mercado, James Hankins creó su propio modelo: el Hexágono de Hankins.

Hankins dice que en un mundo donde los negocios tienen múltiples canales de comunicación, no existen caminos idénticos. Por lo que propone seis variables que afectan el camino del cliente.