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Un contrato de producción musical es un acuerdo legal entre un productor musical y un artista o banda, en el cual se establecen los términos y condiciones para la producción, grabación, mezcla, y masterización de un álbum, sencillo, tema musical o por un tiempo determinado.
Hacer una colaboración sin un contrato de producción musical te expone a tener que pagar más de lo que tenías contemplado o hasta dividirte los derechos sobre una canción con otra persona.
Por lo tanto, si quieres tener seguridad de qué derechos tiene cada parte y qué regalías le tocan, necesitas un contrato de producción musical.
Donald Passman explica que, aunque en el pasado los sellos eran los responsables de contratar los servicios de un productor musical, en la actualidad esta responsabilidad tiende a ser del artista y se establece en el contrato entre el sello y el artista bajo una cláusula llamada all-in.
Una cláusula "all in" significa que el porciento del productor sale del porciento que la disquera le paga al artista. Por ejemplo, supongamos que el sello generó $100 de un álbum, le paga 15% al artista y al productor le toca un 5% all-in. El pago se vería de la siguiente manera:
La ley de copyright considera que la composición y el máster son obras separadas. Por lo tanto, sí, la composición y el máster conllevan sus respectivos documentos, incluyendo sus propios contratos.
Como regla general, en el contrato de producción musical se incluyen las cláusulas necesarias relacionadas con el trabajo que haga el productor. Por ejemplo, si la participación del productor se limita a proveer servicios de grabación y mezcla, no hay que atender el tema de la composición.
Pero, si también participó en la creación de la canción, entonces el contrato debe incluir cláusulas que aclaren cómo funcionarán los derechos de autor sobre la composición. Bajo este escenario, es común que anejen un split sheet al contrato de producción musical.
Según Donald Passman, muchos productores van a querer cobrar el porciento que acordaron, independientemente del acuerdo que tenga el artista con el sello, particularmente si hay un adelanto de por medio donde el artista recibió dinero de antemano.
Para hacer esto posible, el productor y el artista deben firmar una carta de dirección, en inglés letter of direction, mediante la cual le digan al sello y a las organizaciones que recolectan las regalías que, antes de pagarle al artista, primero tienen que pagarle al productor.
Ojo, esto tiene que ver con el máster y no con la composición. Si un productor musical también es compositor, la manera de trabajar con el por ciento (%) de publishing es mediante un split sheet.