Tienes un 82% más de probabilidades de mejorar tus habilidades cuando practicas al menos 5 veces por semana.
El primer paso es definir una visión clara de lo que quieres lograr con tu sello discográfico. Una manera de hacer este ejercicio es mediante la metodología W3: ¿Quién tú crees que es o será tu consumidor, cliente o avatar? ¿Qué es lo que tu consumidor, cliente o avatar compra de ti? ¿Por qué tu consumidor, cliente o avatar compra tu producto o servicios? O, ¿por qué crees que lo comprará?
El segundo paso es elaborar la estructura y estrategia que utilizarás para crear, entregar y capturar valor a partir de tus productos o servicios. A eso se le conoce como modelo de negocio o business model en inglés.
Tercero, una vez conoces cuánto dinero necesitarás para lanzar tu editora musical, es momento de identificar las fuentes de financiamiento disponibles para ti.
Lanzar una editora puede requerir una inversión inicial significativa para cubrir costos como la firma de compositores, la colocación de temas en álbumes u oportunidades de sincronización, y la administración de los derechos de autor.
El cuarto paso es establecer tu editora como una entidad comercial en tu estado o país, obtener cualquier licencia o permiso necesario, y proteger tu negocio con los contratos adecuados.
Quinto, es momento de descubrir y firma compositores. Ese es el corazón de cualquier editora musical. Puedes descubrir talento a través de eventos en vivo, demostraciones, redes sociales, referencias o incluso plataformas de música en línea.
Es sumamente importante que al firmar compositores, utilices contratos editoriales claros que definan los derechos y responsabilidades de ambas partes.
Sexto, como editora, necesitarás asociarte con una de las principales sociedades de gestión de derechos de los Estados Unidos: ASCAP, BMI, o SESAC.
Además, necesitarás asociarte con sociedades de gestión colectiva como la HFA y la MLC.
Todas estas organizaciones recaudan y distribuyen regalías en nombre de los compositores y sus editoras.
Séptimo, es tu responsabilidad como editora registrar las canciones de tus compositores en las PRO y CMO. También puedes considerar el registro de las canciones con la Oficina de Derechos de Autor de los Estados Unidos para una protección adicional.