El primer paso es diseñar tu modelo de negocio, que consiste en tres elementos: tu propuesta de valor, la estructura de costos y las fuentes de ingresos de tu negocio. La complejidad o sencillez de tu modelo de negocio depende del problema o necesidad que atiende tu negocio.

El segundo paso es elegir un nombre protegible para tu negocio. Algunos lugares que te ayudarán a identificar si un nombre ya está en uso o registrado son los siguientes: U.S. Patent and Trademark Office, Oficina de Marcas y Nombres Comerciales de los estados, Google, YouTube, Spotify, Facebook, Instagram, LinkedIn, TikTok, y Twitter, etc.

Tercero, determina la estructura legal de tu negocio. Cada estructura tiene diferentes implicaciones legales y fiscales, por lo que es aconsejable consultar a un abogado y a un contador para obtener orientación específica.

Cuarto, si decides estructurar tu negocio bajo una entidad jurídica, necesitarás registrar tu entidad con el Secretario de Estado o en el registro de entidades y corporaciones del estado desde el cual operarás tu negocio. Usualmente, este paso se puede hacer en línea.

Quinto, la mayoría de los negocios necesita diligenciar el seguro social patronal o número de identificación patronal, en inglés employer identification number o EIN con el U.S. Internal Revenue Service o IRS.

Sexto, la cantidad de registros locales que necesitas hacer dependerá de la cantidad de estados, condados y ciudades donde estés llevando a cabo tus actividades comerciales.

Usualmente, necesitarás cumplir con algún tipo de registro en aquellos estados o territorios donde hagas negocios, te reúnas presencialmente con tus clientes, generes sumas significativas de tus ingresos y tengas empleados. Por lo tanto, busca en tu estado, ciudad o condado qué agencias requieren que te registres con ellos.

Séptimo, abre una cuenta bancaria comercial y establece crédito para tu negocio. Mantén las finanzas personales y comerciales separadas para facilitar la contabilidad y proteger tus activos personales.