Históricamente, los sellos han sido los encargados de descubrir, firmar, desarrollar, grabar y lanzar a los artistas al estrellato. Sin embargo, muchas personas confunden qué realmente hacen los sellos discográficos hoy día, lo que les lleva a perder tiempo, dinero y recursos. Conocer el rol del sello discográfico es vital para escalar cualquier proyecto musical.
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¿Qué es un sello discográfico?
En términos generales, una compañía discográfica, casa discográfica, sello discográfico, discográfica o disquera es una empresa que se dedica a hacer y comercializar grabaciones maestras de música. En inglés se le conoce como record label.
¿Qué hacen los sellos discográficos?
Históricamente, los sellos han sido los encargados de descubrir, firmar, desarrollar, grabar y lanzar a los artistas al estrellato. Sin embargo, ya no es así.
En la actualidad, los sellos discográficos tradicionales funcionan más parecido a aceleradoras y bancos. Parecido a la relación entre editora y compositor, la propuesta de valor de las disqueras para los artistas consiste en que la compañía ofrece los contactos, recursos y experiencia en la industria suficientes para generar más dinero del que haría un artista por su cuenta.
¿Cómo funcionan internamente los sellos discográficos?
Según el autor Donald Passman, los sellos discográficos suelen tener cuatro departamentos o divisiones internas y una dirección ejecutiva. La primera división se llama artista y repertorio o A&R y se encarga de la búsqueda de nuevos intérpretes y su desarrollo artístico y comercial. Además, actúa como enlace entre el artista y el sello discográfico.
La segunda división es promoción y mercadeo. En ella, los sellos contratan personas que dominan las estrategias de publicidad y marketing digital para generar tráfico en las redes sociales del artista, hacer crecer su comunidad y convertir a la audiencia general en fanáticos consumidores. También se encarga de ayudar a los artistas con los aspectos audiovisuales de sus páginas web, redes sociales y esfuerzos de creación de contenido. El objetivo es que el público demande cada vez más de sus artistas. Algunas estrategias más tradicionales incluyen elaborar comunicados de prensa, giras promocionales y asistir a eventos de networking.
La tercera división es finanzas y contabilidad. Entre las responsabilidades de este departamento se encuentran preparar y producir estados financieros, procurar que la empresa tenga más ingresos que gastos y supervisar cualquier proceso de auditoría. Este proceso ocurre cuando una persona, usualmente un artista o su abogado, pide ver los estados financieros de las regalías que le corresponden para asegurarse de que le estén pagando lo que se acordó. Como te podrás imaginar, cuando esto ocurre, la cosa se pone más seria de lo usual.
El cuarto y último departamento corresponde a asuntos legales y negocios, donde se encargan de negociar, revisar y administrar los contratos del sello discográfico. Estos contratos no solo incluyen los acuerdos con los artistas, sino con los productores, técnicos de estudio, proveedores, distribuidoras, entre otros.
¿Qué tipos de sellos discográficos existen?
Aunque existen cientos de sellos discográficos, solo tres dominan la industria de la música: Sony BMG, Universal Music Group y Warner Music Group. A este trío se le conoce como las major record labels y representan, al menos, 65% del mercado de la música.
Estas tres disqueras son, a su vez, dueñas de otros sellos discográficos más pequeños y especializados en ciertos nichos. Por ejemplo, Sony es dueña de Columbia, RCA y Epic; Universal es dueña de Interscope, Republic, Capitol y Island Records, y Warner es dueña de Atlantic, Warner Chappel, Elektra y EMI.
¿Qué son los sellos discográficos independientes?
Un sello discográfico independiente es un sello que no pertenece a algunas de las major record labels. Aunque Sony, Warner y Universal controlan la gran mayoría del mercado de la música, hay un movimiento creciente de artistas que firman con pequeños sellos independientes o prefieren autogestionarse para mantener el control sobre sus obras y carreras.
Por ejemplo, el artista de música urbana cristiana en español más conocido del mundo, Redimi2, tiene su propio sello discográfico y editora musical: Redimi2 Records y Redimi2 Publishing respectivamente. Esta información es pública y puedes encontrarla en la sección de derechos o créditos de las cuentas de Spotify de tus artistas favoritos.
Otro ejemplo es Bad Bunny, quien firmó con Rimas Entertainment, una disquera independiente que también provee servicios editoriales a través de Rimas Publishing. Parecido a los sellos grandes, Rimas también tiene un sello discográfico dirigido a un nicho particular, Nain Music, que trabaja con artistas urbanos cristianos.
Otros sellos independientes que sirven de ejemplo son White Lion, Creation Music, y Duars Entertainment en Puerto Rico; Heaven Music en México; Zarza Music en Atlanta; y GLAD Empire en Orlando; y Concord con sus oficinas centrales en Nashville pero con múltiples oficinas alrededor del mundo, por mencionar algunos.
¿Qué contratos usan los sellos discográficos con los artistas?
Usualmente, los sellos discográficos operan bajo uno de cuatro modelos de negocio principales que se reflejan en el tipo de relación contractual que tienen con sus artistas: acuerdo de grabación, acuerdo de grabación y copublishing, acuerdo 360 o servicios discográficos.
Primero, están los sellos que trabajan solamente con las grabaciones de sonido. Este tipo de disquera firma a artistas para desarrollar, producir y vender música. El artista transfiere al sello los derechos de todas las interpretaciones que grabe durante un período particular mediante un acuerdo de grabación; a cambio, recibe una porción de las regalías que generen.
Segundo, los sellos que trabajan tanto con la producción y venta del máster como con la composición. Este tipo de compañía hace el trabajo de un sello similar al de una editora, por lo que recluta artistas intérpretes, que también son compositores, para trabajar con la parte del máster y la del publishing. Los documentos necesarios para lograr este modelo de negocio son el acuerdo de grabación y de copublishing.
Distinto al acuerdo de composiciones individuales o al acuerdo exclusivo, donde el compositor le transfiere todos los derechos a la editora. En el acuerdo de copublishing o coparticipación, el compositor y la editora son codueños de la parte editorial. Por lo demás, son similares.
Algunas disqueras proveen tanto los servicios de sello como de editora bajo una sola empresa, otras dividen ambas líneas de negocio en empresas separadas. Las razones para separar estos arreglos contractuales en empresas distintas tienden a girar en torno a aspectos corporativos y fiscales o contributivos.
Tercero, están los sellos que trabajan todas las fuentes de ingreso posible que pueda generar un talento en la industria de la música y el entretenimiento, incluyendo eventos, mercancía, acuerdos con marcas, auspicios, etc. Bajo este modelo, las disqueras quieren aprovechar lo más posible su inversión de tiempo, dinero y energías en los artistas que firman. Para lograr este tipo de arreglo contractual, un sello necesitará el famoso acuerdo 360.
Usualmente, el contrato 360 no es un solo documento, sino una serie de contratos que rigen la relación entre talento y sello.
Por último, un tipo de negocio relativamente nuevo es los servicios discográficos o label services deal en inglés. Passman explica que estos servicios van dirigidos a artistas independientes que son dueños de sus propias grabaciones de sonido, pero se las licencian a una compañía discográfica para que provea el servicio como si fuera su propia disquera. A cambio, el artista y el sello se dividen las regalías del máster 50/50.
¿Cuánto pagan los sellos discográficos a los artistas?
Los adelantos que pueden recibir y el porcentaje que los sellos discográficos están dispuestos a negociar con un artista dependerán principalmente de sus números en las redes sociales, plataformas digitales, y posicionamiento en su nicho de mercado.
Donald Passman divide a los artistas independientes en tres categorías tradicionales. Primero están los artistas emergentes que no tienen mucho movimiento en las redes sociales. Usualmente, los sellos le podrían ofrecer un máximo de 17%.
Segundo, están los artistas que tienen buena presencia en las redes sociales, número sólidos en SoundCloud y buenos números de streamings mensuales. A este grupo, los sellos le podrían ofrecer entre 17% y 20%.
Tercero, están los artistas que tienen varios sellos interesados, ya que tiene números sólidos en sus redes sociales, SoundCloud y streaming. Con este grupo, los sellos tienden a comenzar sus propuestas en 20%.
En el caso del dinero que se genera fuera de la música, cuando se utilizan contratos como el acuerdo 360, los sellos discográficos cobran entre 10% y 25% de todos los ingresos que genere el talento. Esto usualmente no incluye el tema de publishing. Eso sería aparte.
Además de estas categorías, se ha visto una tendencia reciente entre disqueras independientes exitosas con artistas independientes con carreras probadas en algún nicho de mercado donde están trabajando 50/50.
Aunque los detalles de cada contrato pueden variar, este negocio suele darse cuando ya el artista tiene una carrera musical sólida, lleva tiempo como independiente o ha firmado con disqueras en el pasado.
¿Qué buscan los sellos discográficos a la hora de firmar artistas?
Históricamente, los sellos han sido los encargados de descubrir, firmar, desarrollar, grabar, y lanzar a los artistas al estrellato. En el pasado, si un artista quería alcanzar a muchas personas, necesitaba que una disquera le prestara dinero en forma de adelanto. Además, el artista necesitaba ayuda con la creación y distribución de su música. Sin embargo, la industria ya no funciona de esa manera.
El autor Benjamin Groff explica que los sellos discográficos ya no están en el negocio de arriesgar su dinero y tiempo en desarrollar artistas nuevos. Las disqueras saben que en la actualidad los artistas no necesitan miles de dólares para hacer música, grabar videos, y darse a conocer en las redes sociales.
Por lo que, hoy día, el negocio de los sellos es esperar y estar pendiente a los artistas que utilizan el internet para identificar su mercado, crecer una base de fans, y monetizar su marca personal. Una vez identifican con quién quieren trabajar, invierten dinero y recursos en escalar a ese artista a base de datos concretos.
En otras palabras, los sellos no están firmando artistas, están invirtiendo en modelos de negocios escalables. Y según Groff, si un artista logra alcanzar 5 millones de streams entre todas sus plataformas, lo que equivale a unos $20,000 en ingresos, entonces estará en mejor posición de conseguir un sello discográfico que le proponga un negocio que beneficie a ambas partes.
¿Por qué un artista quisiera firmar con un sello discográfico?
Muchas personas se pregunta por qué un artista quisiera firmar con un sello discográfico si tiene la capacidad de vender su música.
Según el profesor Kellogg, la respuesta habitual es para aprovechar la vasta red de distribución de productos físicos, mayores oportunidades de marketing y promoción y, bueno, simplemente el prestigio de decir que tiene un contrato con una gran discográfica.
Referencias:
- Jeff Brabec and Todd Brabec, Music Money and Success: The Insider's Guide to Making Money in the Music Business (8th Edition) (2018).
- Donald Passman, All You Need to Know About the Music Business (10th Edition) (2019).
- Ari Herstand, How To Make It in the New Music Business: Practical Tips on Building a Loyal Following and Making a Living as a Musician (2019).
- Benjamin Groff, How Do I Get A Record Deal? Sign Yourself!: Earn Your 1st Million Streams & Find Your 1st True 1,000 Fans (2020).
- John Kellogg, Take Care of Your Music Business: Dissecting and Connecting Legal and Business Strategies You Need to Make Your Music Grow (2021).
- Alexiomar Rodríguez, De Artista a Empresario Musical: La Fórmula para Vivir de la Música y No Morir en el Intento (2022).
