La práctica nos vuelve PRO
Como la interpolación o replay requiere el uso de la composición musical solamente, hay que pedir permiso al dueño del publishing.
Un mashup es una creación musical que combina elementos de dos o más grabaciones preexistentes, generalmente mezclando las pistas vocales de una canción con la música o el ritmo de otra.
Los mashups se caracterizan por la superposición y yuxtaposición de diferentes elementos musicales, lo que resulta en una nueva obra que incorpora y recontextualiza las grabaciones originales.
Una interpolación, también conocida como replay, es una técnica utilizada en la producción musical en la que se recrea una parte de una grabación existente, como una melodía, un riff o una línea de bajo, pero **se interpreta y graba de nuevo **utilizando instrumentos o voces diferentes.
El fundamento legal para la protección de material como la parodia o la sátira es la doctrina de fair use que permite el uso limitado de obras protegidas por copyright para fines de crítica, comentario, enseñanza e investigación, sin obtener el permiso del titular de los derechos.
Sin embargo, según diversas fuentes legales, la parodia tiene más probabilidades de considerarse uso justo que la sátira, al menos en la música.
De otra parte, la sátira se enfoca en exponer y criticar costumbres, vicios, y otros temas sociales, políticos y de actualidad, con intención moralizadora, lúdica o meramente burlesca.
En la música, la sátira es una expresión artística que critica o ridiculiza aspectos de la sociedad o individuos en particular mediante el uso de canciones, letras o interpretaciones.
A diferencia de la parodia, la sátira no se limita a imitar obras originales.
La parodia se define como una “imitación burlesca de un género, de una obra artística o literaria, del estilo de un escritor, o de los gestos o manera de ser de una persona”.
En la música, la parodia implica adaptar o imitar una canción original, mediante el cambio de ciertos elementos como la letra o el estilo.
El sampleo, la interpolación o replay, los remix y covers no cualifican como fair use.
Una parodia sí pudiera considerarse fair use si cumple con los requisitos legales de la parodia, que son diferentes de una sátira.
En general, se dice que existe fair use cuando el uso que se le da a una obra protegida es para algunos de los siguientes propósitos: crítica, comentarios, noticiero, educación e investigación.
La defensa principal ante una reclamación por copyright es la doctrina de fair use o uso justo.
La mejor práctica para evitar infracciones de copyright es obtener las licencias y permisos adecuados.
Lo que significa que debes contactar al titular de los derechos, sus representantes legales, o a la sociedad de gestión colectiva correspondiente y negociar los términos del acuerdo.
Darle crédito a los creadores de las obras no es suficiente para evitar reclamaciones.
La infracción de copyright ocurre cuando un trabajo protegido por derechos de autor se reproduce, distribuye, ejecuta, exhibe públicamente o convierte en un trabajo derivado sin el permiso del propietario de los derechos.
Si quieres subir tu cover a YouTube necesitas un permiso conocido como la licencia de sincronización, ya que estás generando un trabajo audiovisual al sincronizar tu video con el audio del cover.
Para conseguir tu licencia de sincronización puedes usar los servicios de compañías intermediarias como Easy Song, quienes a través de una Custom License te ayudan a conseguir la licencia que necesitas. La otra alternativa es comunicarte directamente con el dueño de la canción.
Dado que esto suele ser poco realista para los músicos independientes, YouTube a menudo muestra anuncios en los videos de covers y paga regalías al dueño del copyright de los ingresos generados por el video.
Si bien es posible publicar un cover de una canción en YouTube sin una licencia de sincronización, al hacerlo estás violando los derechos de autor del dueño del copyright y te expones a que soliciten presentar una solicitud de eliminación en cualquier momento con YouTube.
La ley de copyright de los Estados Unidos dice que los autores de una canción tienen el derecho de decidir quién puede usar su canción y cómo.
Por excepción, la ley permite que cualquier persona haga un cover musical sin permiso directo del dueño del copyright en ciertas ocasiones.
Un cover es cuando alguien graba una canción que otra persona escribió y otra persona ya la había grabado antes. También puede ser cuando alguien hace una versión diferente de una canción. Por ejemplo, un arreglo o instrumental. Los covers, remixes, sampleos, interpolaciones, traducciones y videos musicales no cualifican como covers.
El Convenio de Berna es un acuerdo entre 181 países mediante el cual se procura la protección de las obras y los derechos de los autores a nivel internacional.
No existe un registro internacional de copyright, ya que cada país tienes sus propias reglas de copyright.
Aunque el copyright nace de forma automática, si lo registras, puedes demandar en los tribunales, puedes pedirle al tribunal que la otra persona pare de usar tu obra sin permiso (conocido como Injunction), puedes obtener dinero si ganas el caso, y es una prueba fuerte de que es tu obra y que está protegida en Estados Unidos.
Al terminar el tiempo de vida del copyright, se dice que la obra pasa al dominio público. Lo que significa que cualquiera la puede utilizar libremente, sin pedir permiso ni pagar.
El tiempo que dura el copyright depende de varias cosas.
El primer escenario es cuando alguien crea una obra y no hay contrato. En este caso, el copyright dura toda la vida del autor más 70 años. Si hubo más de un autor, los 70 años corren a partir de la muerte del último coautor en morir.
El segundo escenario es cuando la obra fue creada por un autor anónimo, bajo seudónimo, o bajo contrato. En este caso, la protección dura 95 años después de publicarse la obra o 120 años después de ser creada, lo que pase primero.
El copyright nace automáticamente cuando alguien hace algo nuevo, original y que otros pueden verlo o escucharlo.
Las ideas no son protegidas por copyright.
Como regla general, los dueños del derecho de una obra son los que la crearon y se divide en partes iguales.
En España y la mayoría de los países en Latino América, el copyright es conocido como el derecho patrimonial.
¡Felicidades, lo has completado con éxito!